Desde 2016, la alianza entre Aeroméxico y Delta Air Lines ha sido un pilar crucial para la conectividad aérea entre Estados Unidos y México, beneficiando a millones de pasajeros con rutas eficientes y convenientes.
Sin embargo, esta asociación estratégica está en peligro debido a una disputa diplomática ajena a las operaciones de ambas aerolíneas. El Departamento de Transporte de EE.UU. propuso revocar la aprobación del acuerdo, poniendo en riesgo más de 20 rutas aéreas, incluyendo cinco desde el Aeropuerto Internacional Hartsfield-Jackson en Atlanta.
Las consecuencias serían devastadoras: una reducción estimada de un millón de viajeros al año, menor competencia en el mercado y posiblemente precios más altos para los boletos, resultando en una pérdida económica de $800 millones de dólares.
Además, la pérdida de conectividad afectaría el comercio bilateral entre México y EE.UU., con importantes repercusiones en el Producto Interno Bruto y el empleo de ambos países.
Los viajeros mexicanos y mexicano-americanos, así como los ciudadanos estadounidenses, dependen de estas rutas para visitar a familiares, amigos y realizar negocios. Una encuesta reciente reveló que la mayoría de los votantes estadounidenses y mexicano-estadounidenses se oponen a la cancelación del acuerdo.
Como directores generales de Aeroméxico y Delta, creemos que castigar a los consumidores y poner en peligro miles de empleos no es la solución. Instamos al Departamento de Transporte a reconsiderar su decisión y permitir que ambas aerolíneas continúen sirviendo a los consumidores y fortaleciendo la relación bilateral entre México y EE.UU.