El Papa Francisco ha enviado un mensaje lleno de aliento y sabiduría a los participantes del 34º Festival de Jóvenes que se está llevando a cabo en Medjugorje bajo el lema «Estos son mi madre y mis hermanos». El Sumo Pontífice instó a los jóvenes a vivir estos días como una peregrinación espiritual y recordó que Dios tiene un plan de amor único para cada uno de ellos.
En sus palabras dirigidas a los jóvenes, el Papa Francisco enfatizó que no deben tener miedo de la voluntad de Dios, sino más bien confiar plenamente en su gracia. Los animó a comprender que son verdaderamente preciosos para Dios, pues son obra de sus manos amorosas. Asimismo, el Papa hizo hincapié en que solo Dios, quien los ama plenamente, puede cumplir sus aspiraciones y otorgarles una felicidad genuina.
Siguiendo el ejemplo de María, el Santo Padre les instó a decir un «sí» incondicional a Dios y a aprovechar su juventud para construir, junto con el Señor, los cimientos de su existencia. Francisco subrayó la importancia de tomar decisiones sabias en estos años formativos, ya que su futuro personal, profesional y social depende de ellas.
El Pontífice también exhortó a los jóvenes a ser misioneros entusiastas de la nueva evangelización, llevando la alegría de Jesús a aquellos que sufren y buscan. Les recordó que si dejan que la gracia de Dios actúe en sus vidas y son generosos y perseverantes en sus acciones diarias, pueden contribuir a hacer de este mundo un lugar mejor para todos.
Reflexionando sobre el tema de este año, «Estos son mi madre y mis hermanos», el Papa Francisco explicó el gesto de Jesús hacia sus discípulos y cómo representa un vínculo más fuerte que los lazos de sangre. A veces, admitió el Papa, es difícil entender y aceptar la voluntad del Padre, ya que deseamos una vida sin desafíos ni sufrimientos. Sin embargo, Francisco alentó a buscar diligentemente la voluntad de Dios y a aceptarla, ya que al hacerlo, nos convertimos en hijos, hermanos y madres de Dios, creciendo en el amor por Él y por los demás.
El mensaje del Papa Francisco en el Festival de Jóvenes en Medjugorje es un recordatorio inspirador para los jóvenes de todo el mundo de la importancia de confiar en la voluntad de Dios y de vivir una vida llena de amor y entrega al prójimo.